Por Leonardo Amaya y Gloria María Berrío-Acosta
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El presente modelo, denominado Modelo de Tres Niveles (MTN) se ha elaborado con el propósito de ofrecerle a la comunidad de psicólogos una guía para enfrentar las situaciones dilemáticas de la práctica profesional, particularmente en el entorno colombiano. La propuesta es un modelo general, que puede utilizarse pre-hoc, es decir, antes de enfrentar el caso, o post-hoc, para evaluar una intervención iniciada o finalizada, para fines académicos o de evaluación.
No todos los elementos de evaluación que conforman el modelo completo son necesarios o pertinentes en cada caso. El profesional puede seleccionar únicamente los aspectos que son relevantes para la situación que considera. Sin embargo, considerar todos los elementos puede ser útil desde el punto de vista pedagógico, favoreciendo que no se pase por alto ningún aspecto clave.
Por Leonardo Amaya y Gloria María Berrío-Acosta
Cuando además de la relación psicólogo consultante se establecen otros tipos de roles (asesor de inversiones, jefe-empleado, docente-alumno, profesional-amigo, profesional-padrino, etc.) se habla de relaciones duales, múltiples o confusas [1]. La Sociedad Americana de Psicología define este tipo de relaciones cuando (1) el psicólogo está en una relación profesional con una persona y al mismo tiempo está en otro rol con esa misma persona, (2) al mismo tiempo está en una relación con una persona cercanamente asociada o relacionada con la persona con la que mantiene una relación profesional, o (3) está comprometido a entrar en el futuro en otra relación con esa persona o la persona vinculada a la misma persona. No siempre es fácil mantener estas distancias, sin embargo, la sugerencia es que el psicólogo, si es razonable, procure evitar una relación múltiple (Estándar 3.05). Otros códigos contemplan y advierten sobre estas situaciones, como el código británico que lo presenta como una de las áreas a las que el profesional debe estar atento en la toma de decisiones (Cap. II, c; Estándar 4.2, i, donde cita aspectos específicos frecuentes), y advierte que este tipo de relación puede poner en juego la objetividad del profesional o interferir en la eficacia de sus funciones como terapeuta, poniendo en riesgo la beneficencia del paciente. Kitchener[2] establece tres pautas para identificar las relaciones que tienen una alta probabilidad de provocar o desencadenar daños: a) cuando hay incompatibilidad de expectativas en los roles asumidos, b) cuando las obligaciones relacionadas con los nuevos roles aumentan la posibilidad de pérdida de objetividad, y c) cuando el prestigio y las diferencias de poder entre el profesional y el cliente se difunden en los diferentes tipos de relación aquí establecidos. El cuidadoso y oportuno análisis de los posibles efectos adversos de este tipo de relación siempre debe ser una prioridad para el psicólogo. Se sugiere completar esta información consultando los 5 pasos del modelo de solución de dilemas éticos planteado por Gottlieb[3] que incluye el análisis de tres dimensiones: dimensión de poder, dimensión de duración de la relación y dimensión de claridad de terminación de cada rol.
Las siguientes preguntas permitirán, al momento dela aplicación del Modelo de Tres Niveles asegurarse que se ha llevado la evaluación correcta del caso en cada nivel.
Por Leonardo Amaya y Gloria María Berrío-Acosta. 2014
Este artículo es una discusión sobre la formación en el campo de la ética profesional. Proponemos un modelo para la toma de decisiones éticas que es útil tanto en la formación como en la práctica. Explicamos la manera en que los principios éticos son utilizados para presentar juicios discrecionales en la labor psicológica, y la forma en que pueden ayudar a tomar fuertes juicios y decisiones prácticas.
Proponemos una forma de afrontar asuntos éticos en el área clínica y enseñamos sobre el uso de los modelos para la toma de decisión ética.
El modelo propuesto puede ser usado tanto para la formación como para la práctica. Discutimos como un modelo puede ser usado para el entrenamiento práctico y para ayudar al estudiante a convertirse en participantes más activos en su aprendizaje, mediante casos de estudio, así como para los profesionales en la práctica diaria.
Los autores señalan las ventajas del uso de modelos para la toma de decisión ética y presentan ejemplos y caminos de discusión que resaltan las maneras en que este modelo ayuda a la enseñanza, aprendizaje y aplicación de la ética profesional. El modelo incluye, en su final, preguntas para guiar su continuidad.
El Modelo de Tres Niveles para la resolución de situaciones dilemáticas y casos éticos en psicología busca otorgar a los psicólogos colombianos una herramienta adecuada a su entorno. Para aprovechar y aplicar este recurso se recomienda:
El uso del modelo pre-hoc, es decir, antes del evento, busca evaluar las posibles alternativas y establecer un plan de acción, sirviendo como una herramienta para la toma de decisiones. El modelo de tres niveles ofrece al profesional un apoyo para clarificar los campos involucrados y contribuir al análisis sistemático del caso.
Emplear el modelo después del evento (post-hoc), puede servir para la evaluación de las decisiones tomadas en un caso, con un objetivo educativo o de auto-evaluación de los procesos de toma de decisiones y del riesgo asumido en determinados eventos profesionales.
De hecho, el modelo surgió originalmente para facilitar la enseñanza basada en estudios de casos para el Programa de Psicología de la Universidad del Rosario, aunque los autores lo han utilizado en otros programas académicos de diversas instituciones de educación superior.
A modo de prueba se propuso como modelo de trabajo de los miembros de los Tribunales Deontológicos de Psicología en Colombia durante un curso de capacitación realizado entre marzo y mayo de 2012. Recibió una buena evaluación general por quienes lo emplearon aunque por esa época el modelo aún estaba en construcción.