Para Bandura, la agencia moral se manifiesta en el desarrollo de acciones humanitarias, así como en la resistencia ante actos de carácter inhumanitario. En ese sentido, el fenómeno de la desconexión moral se entiende como un empobrecimiento de la agencia moral que se expresa en la falta de remordimiento ante el daño realizado, o bien en la frialdad e indiferencia ante el daño y el sufrimiento provocado por otros. La desconexión moral no es, sin embargo, un proceso gratuito, sino que es el resultado de múltiples creencias y prácticas en las que juega un papel fundamental la interacción social y los estándares morales de la comunidad o el grupo al que se pertenece. Según el autor, existen diferentes mecanismos de desconexión moral como la difusión o desplazamiento de la responsabilidad, minimizar los efectos injuriosos de las propias acciones, deshumanizar a la víctima, entre otros. No obstante, lo que todos estos tienen en común, bien sea que tengan lugar en términos individuales o colectivos, es que constituyen mecanismos justificadores que frenan el papel de la auto-regulación o la auto-sanción.
El agente que utiliza mecanismos de desconexión moral reduce su capacidad de auto-juicio y de crítica mientras se respalda en la visión del colectivo. La expresión “Pero si todo el mundo lo hace” caracteriza el tipo de razonamiento que puede llevar a la persona a pensar que un determinado hecho no es inmoral o que no provoca daño, aun cuando las evidencias fácticas resulten contundentes. Así puesto, los mecanismos de justificación moral no deberían entenderse como excusas o actos de mala fe de aquel al que se lo interroga por su falta de agencia moral ante un hecho de daño, sino como razones sinceras que nos hablan de un fenómeno moral que va desde el empobrecimiento de la capacidad de juicio y la autocrítica, hasta el caso extremo del autoengaño. Veamos, a continuación, los principales mecanismos de desconexión moral y sus generalidades aclarando, no obstante, que la división en tipos es de naturaleza puramente pedagógica ya que los mecanismos se pueden dar de manera conjunta y verse retroalimentados y fortalecidos por situaciones externas. De igual manera, resulta fundamental comprender que la presencia de los mecanismos no transforma una persona en un ser cruel de manera inmediata, sino que el proceso de desconexión es gradual y se ve influido por creencias, prácticas y otras fuerzas situacionales que la psicología analiza.
A continuación se describen los mecanismos de desconexión moral.